Aunque no lo queramos siempre nos dejamos guiar por los demás, vamos de fuertes,
liberales, como si tuviéramos siempre el control de todo lo que hacemos
y decimos, sin embargo, todo es SIEMPRE por agradar a alguien, nunca somos nosotros mismos.
Cada movimiento, cada gesto o palabra pronunciada hacen que
desviemos la mirada hacia alguien.
No te dejes engañar...
ResponderEliminar