sábado, 10 de marzo de 2012

Igual


No entiendo porque siempre me aferro a sueños...si son sólo eso, sueños.
Cuando pretendo que todo salga bien, serenarme y mirar las cosas con otros ojos, ni un caza-sueños hace su papel, cualquier escalón, por pequeño que sea se transforma en un muro inalcanzable. 
No llego a la cúspide, ni con un taburete, las trampas aquí no valen.
Pesadillas, eso son. 
Pendiendo de un hilo, tambaleándome por un viento con una ira inimaginable.
¿Nadie siente como el viento me eleva los pies del suelo y me hace volcar?

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