miércoles, 7 de marzo de 2012

Otro día


Vuelta a lo de siempre, bueno más bien a lo de últimamente...
Sé que es tarde, tengo sueño, un agotamiento invade mi cuerpo, mis pensamientos...
Quiero dormir y no puedo. 
Mi mente no me deja desconectar de lo terrenal, quiero evadirme a otra dimensión, sentirme por un instante que soy otro ser, adquirir otros pensamientos, ajenos, y escudriñarlos hasta hacerlos míos.
Empiezo por relajar la respiración, normalmente algo agitada. 
E intento relajar también todos los músculos del cuerpo, como si flotara.
 Estoy en el agua, un agua oscura. Siento como penetra el helor por cada uno de mis poros, transmitiendo la sensación a cada nervio hasta hacer saber al cerebro que hace frío, mucho frío.
Se entumecen las articulaciones, veo como no puedo hacer nada mientras el agua me engulle. 
Cada vez más profundo. Hasta que inesperadamente toco fondo. Reposando en el fondo, una superficie algo dura, aunque con zonas blandas podridas por el agua. 
Se siente un murmullo constante. Cómo si algo más se moviera cerca.  Es una respiración al unísono de la mía (¿Respiro dentro del agua?).  Intento centrarme más en el murmullo...más, y más. 
Hasta que veo que hay algo más, alguien quizás.
Intento estirar el brazo, estirar los dedos, mi dedo índice toca algo.
Despierto. 
La impresión me deja sin respiración, vuelvo a sentirme agitada. Pero ya es de día, la luz penetra a través de mis párpados a pesar de tener los ojos cerrados. Siento las sábanas rozando mi cuerpo. No me apetece abrir los ojos...no tengo ganas, ahora he encontrado la serenidad que anhelaba... El sonido del tráfico de fondo, el día a día de mis vecinos, el tic-tac del reloj... mi respiración.
Y efectivamente siento otra respiración. Pero ahora estoy consciente. 
Siempre has sido tú. No debo tener miedo. Nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario